quarta-feira, 1 de junho de 2011

Vinhos Argentinos por Joaquin Hidalgo

Las 10 etiquetas argentinas que cambiaron nuestra forma de beber

MALAMADO: la reinvención del Oporto
En nuestro país existían vinos fortificados, pero no fue hasta la aparición de Malamado que los consumidores los tomaron por buenos. La historia de su elaboración es sencilla. Rodolfo Montenegro, enólogo de Familia Zuccardi, viajó a Portugal en 1999 y trajo la idea de un vino fortificado, tal y como se hacen en el D’Ouro. José Alberto Zuccardi puso las condiciones: debía ser de Malbec y no podía llamarse Oporto. Malamado 2000, la primera cosecha de este “Malbec a la manera de Oporto” –el nombre fue creación del multifacético artista y chef Jorge Schussheim -, fue un vino que conmovía a cualquiera que lo probara. Hoy tiene 5 cosechas a la venta y 10 vendimias en producción, e incluso dos hermanos menores, un Viognier y un Dry, al que pronto se le sumará un tercero. Elaboran unas 12.000 cajas por año que se venden sin esfuerzo y ha sido replicado por varias bodegas. Cuesta 85 pesos.

COSECHA TARDIA DE NORTON: nacen los vinos tardíos
Un solo dato da cuenta de la novedad marcada por este vino: lleva el nombre de la categoría. Nació a principios de los 90, cuando Jorge Riccitelli, por entonces flamante enólogo de Norton, ensayó con un Chardonnay tardío, frutal, fresco y dulce. Primero fue un producto de consumo interno, que se vendía a cuentagotas en la bodega, pero para 1995 ya era parte troncal del porfolio. A la fecha, representa una parte importante de las ventas totales de la compañía y presenta su primera ramificación, con el lanzamiento del primer espumante tardío del país. Nunca fue un vino caro y hoy cuesta 20 pesos. Fiel a la filosofía de la casa estuvo siempre al alcance del consumidor y así inauguró una categoría que ha llegado a tener más de 30 etiquetas en el mercado, algunas muy buenas, aunque la mayoría equivocadas de concepto: vinos caros, dulces y con poca gracia.

NEW AGE: comienza la era de los frizantes
Cómo fue que Bianchi, una bodega tan tradicional, llegó a inventar la categoría más desenfadada del vino argentino, es una pregunta que merece una explicación. Corría la década del 90 y “Tincho” Bianchi era el motor creativo de la bodega familiar. El se daba cuenta que el negocio del vino cambiaría en el corto plazo y había que estar listo para la “nueva era”. En 1996 logró hacer una prueba piloto: ese verano y sólo en la costa atlántica se lanzó New Age, un vino ligeramente espumoso, marcadamente dulce, aromático y refrescante. El truco estaba en la etiqueta: la botella funcionaba como una lupa a través de la cual se veía el rostro de una mujer, una innovación a nivel mundial que Bianchi patentó en el acto. Fue un boom. Se vendió todo en esos primeros meses y la bodega sistemáticamente quebró stock cada año. Pronto fue imitado, y así nacieron los frizantes y un nuevo consumidor, noctámbulo y desprejuiciado. New Age cuesta 17 pesos.

CALLIA ALTA SYRAH: el primer best buy
En diciembre de 2003 llegaba a la góndola un vino que se las traía: Callia Alta Syrah, que supo cautivar al consumidor de carne y hueso con un estilo de vinos de alto impacto –con algún azúcar residual- y una ecuación de calidad-precio imbatible. En menos de un semestre cualquier amante del vino lustraba su vanidad de conocedor recomendando este tinto que le sacaba un cuerpo a la media y provenía de una ignota bodega en San Juan. El boca en boca fue el combustible del éxito de una compañía que revolucionó el mercado porque no le exigía al consumidor otra cosa que su disfrute. En sólo siete vendimias la bodega pasó de producir cero a un millón de cajas. Hoy, Callia Alta supone el 10% del share de su segmento de precio –una hazaña para un vino nuevo- y es una de las marcas más recordadas por el consumidor. Cuesta 18 pesos.

NIETO SENETINER BONARDA EDICION LIMITADA: el motor del Bonarda
Hoy se habla mucho del Bonarda. Se dice que es número puesto para ser la sucesora del Malbec, que está en todos los vinos diarios y hasta que en realidad no es Bonarda, sino Corbeau (una variedad francesa). Todo este optimismo nació con la Edición Limitada de Nieto Senetiner en 2000. Hasta ese momento, la variedad era considerada clase “B” en nuestro medio. Pero la bodega –de la mano de sus enólogos Roberto González y el entonces asesor Alberto Antonini- la llevó a un nuevo escalafón y demostró en la copa que era posible hacer un gran vino con ella. A la fecha se encuentra a la venta la cosecha 2007 ($165), aunque el vino ya tiene diez vendimias.

CHANDON 187: el espumante llega a la disco
Con el cambio de siglo Chandon aportó su granito de arena a la revolución del vino argentino. En 2000 lanzó su Extra Brut en formato 187, inaugurando así una forma nueva de beber espumantes: ni más ni menos que del pico y en medida individual. Con una innovación simple –sólo se achicó el envase y se estrenó la tapa a rosca- los espumantes cambiaron para siempre. Podías saltar en una fiesta sin temer que se rompiera la copa y beberlos a deshoras, cuando quisieras y donde más te gustara. Pronto el mercado se pobló de estas botellitas –hay al menos una docena de marcas- que inauguraron un consumo individual para una bebida esencialmente social.

COBOS MALBEC: la conquista de la estratósfera de precios
Una de las tendencias más curiosas de estos últimos años fue la creación de un segmento de altísimo precio. Los primeros pasos en ese sentido los dieron dos bodegas rionegrinas de capitales extranjeros, Noemía y Chacra. Pero segmento de ultra tops no terminó de crearse hasta 1999, cuando Viña Cobos puso sus Malbecs por encima de todos y cuajó la estratósfera de los precios. Hoy hay vinos que a cosecha nueva cuestan mil pesos y más. Lo sorprendente es que los vinos de Cobos se agotan todos los años. Es más: recientemente sacaron una edición limitada de 42 cofres de madera con una cata vertical de seis añadas a $10.000 la unidad. Se vendieron todos en menos de un mes.

ACHAVAL FERRER ALTAMIRA: el primer vino boutique exitoso
Cuando Achával Ferrer inició su proyecto con la cosecha en 1999 –unas 10.000 botellas entre Malbec Altamira y Achával Ferrer, corte-, inauguró el modelo de bodega boutique enfocada en grandes productos y altos precios que, con los años, se demostró ejemplar. Esencialmente Malbec de terruño, Altamira ($500) combina el expertise de Roberto Cipresso –enólogo italiano y socio del proyecto- con lo mejor de la uva en el sur del Valle de Uco. Hoy sus vinos se beben en 52 mercados de 4 continentes y, por vendimia, elaboran un tope de 200.000 botellas entre tres líneas de vinos. En 2010 llegó a la carta del famoso Fat Duck, el restaurante molecular de las afueras de Londres, y fue declarada Bodega del Año en 2009 por Wine Enthusiast. Muchas pequeñas casas se vieron inspiradas por su caso, pero sólo unas pocas lograron acercarse a su éxito.

ANGELICA ZAPATA CHARDONNAY: los blancos alcanzan la alta gama
A fines de la década del 80 a Nicolás Catena, dueño de Catena Zapata, le obsesionaba lograr dos vinos ejemplares: un Cabernet Sauvignon y un Chardonnay fuera de serie, que pusieran a la Argentina a jugar en primera división a nivel mundial. Para elaborar el segundo, en 1988 contrató a Paul Hobbs, un enólogo estadounidense que venía de realizar algunos de los Chardonnays más notables de California. Junto a José Galante –entonces al frente del departamento de enología- desarrollaron el primer blanco de alta gama de la Argentina: Angélica Zapata 1996. Un vino al que por mucho tiempo ninguno le hizo sombra y que fue sinónimo de blanco lujoso durante casi una década, hasta que otros siguieron sus pasos. Hoy está a la venta la cosecha 2005 y cuesta 90 pesos.

FINCA LA LINDA: el primer restyling de una bodega clásica
Hay bodegas que, de tan clásicas, siempre fueron viejas. El caso de Luigi Bosca es bien distinto. Con cuatro generaciones de bodegueros, los Arizu comprendieron que en la década del 2000 había otro público para el vino y que, en las antípodas de lo que venían produciendo, había un nuevo segmento de consumidores buscando alta calidad. En 2001 lanzaron una línea de vinos que se adelantaba a su época: Finca La Linda, la primera marca que, con un approach joven, renovó el panorama de los clásicos nacionales, marcando un camino que seguirían otras. Con el tiempo pasó de ser una acotada línea de varietales, a tener 11 etiquetas con dos blends lanzados el año pasado.


27.04.2011
9 etiquetas que triunfaron afuera y ahora podés probar acá
Estos vinos nacionales son un éxito en el extranjero sin haber pasado jamás por nuestras vinotecas. Algunos ya se pueden conseguir en Buenos Aires.

Latente Malbec 2009 ($24). En el mercado de exportación no todo es altos puntajes. El éxito a veces viene dado por una red de contactos o por el expertise de un empresario. Ese es el caso de Latante, la marca que Francisco Pannocchia desarrolla desde 2007. Pannocchia trabajó en varias bodegas de primer nivel en el área de Comercio Exterior y hoy vende sus vinos en Estados Unidos, México y China. En el mercado doméstico se ven en algunos restaurantes, como Doppio Zero o Brando. También se consiguen en la ciudad de La Plata. Es un vino frutado, con estructura y boca amable. La relación calidad precio es muy buena. El Cabernet Sauvignon Reserva también vale la pena.

Lamadrid Malbec 2009 ($46). Esta bodega, con etiquetas surrealistas, representa otro modelo de éxito exportador. La empresa es una sociedad perfecta. Comercialmente está manejada por Guillermo García Lamadrid, un hombre que fue enviado desde Cuba a Miami con 11 años de edad y que con los años construyó una distribuidora de alimentos en el Caribe y en EE.UU. Sus vinos los elabora Héctor Durigutti, el enólogo argentino que más puntajes internacionales lleva acumulados en su carrera. El estilo frutal y directo de sus tintos conquistaron el mercado norteamericano en poco tiempo, mientras que hoy ganan presencia en la góndola nacional en restaurantes y vinotecas. Probá también el Lamadrid Malbec Gran Reserva (2005, $110), o su flamante Cabernet Franc Reserva (2007, $66).

Altocedro Malbec Año Cero 2010 ($42). La historia de esta bodega es típica del fenómeno que contamos. Karim Mussi Safie es un joven enólogo que, a comienzos de la década pasada, en una bodega vieja La Consulta, empezó su proyecto con la prioridad de asegurar la calidad de su producto. Consiguió un buen viñedo de Malbec, acondicionó unas piletas y elaboró la primera vendimia en 2004 con unos pocos pesos propios y otros prestados. Tres años después, sus vinos sacaban 91 puntos en Wine Spectator y comenzaba una carrera que lo llevaría a hacer crecer su negocio. Hoy, concentra sus ventas en Estados Unidos y su línea se completa con Altocedro Reserva Malbec (2008, $75) y Altocedro Tempranillo (2010, $42), además de Desnudos, el ícono de la casa. En nuestro país se lo consigue en el sitio especializado sietespirits.com.

Tempus Alba Malbec 2009 ($62). La bodega de la familia Biondolillo es conocida por dos motivos: su proyecto de selección genética de Malbec y sus excelentes vinos. La genética la dejamos para otra vez, para concentrarnos en sus vinos, que desde la primera vendimia en 2003 no se han dejado de exportar. Tempus Alba conquistó primero el mercado externo –son fuertes EE.UU., Brasil y ahora China, su principal comprador de alta gama- y luego en el mercado doméstico. En estos años, la casa cimentó su prestigio con base a vinos expresivos, elegantes y con buena estructura. Su Malbec es el hit, con ocho meses de crianza, pero también conviene ponerle el ojo al Tempranillo (2009, $62). Suelen estar entre los top cada vez que se realiza un concurso o alcanzan los 90 puntos de Robert Parker. En Buenos Aires, por suerte, cada vez es más fácil conseguirlos en vinotecas especializadas.

Manos Negras Malbec 2006 ($76). Proyecto de cuatro emprendedores vinculados al vino de exportación: Jeff Mausbach (ex Wine Education Director en Catena), el agrónomo Alejandro Sejanovich (ex Catena) y de los enólogos neocelandeses Jason Mabbett (ex Escorihuela y Rutini) y Duncan Killiner (consultor). Su red de relaciones les ha abierto las puertas del mercado. La marca rinde homenaje a la gente que elabora el vino con sus propias manos, de ahí el nombre y la imagen de la etiqueta. Elaboran un Torrontés de San Juan (2009, $48) y un Pinot Noir de Patagonia (2008, $76). El Malbec está elaborado con uvas de Altamira, Valle de Uco. En la ciudad se lo consegue en algunas vinotecas y restaurantes, como Aldo’s, del sommelier Aldo Graziani, en San Telmo.

Perpetuum Merlot 2008 ($78). Giménez Riili es una bodega de larga trayectoria en nuestro país que, en los últimos años, se enfocó especialmente en la exportación. Está ubicada en Vista Flores, Tunuyán, al pie de la cordillera. Sus viñedos están en las principales zonas de Mendoza –Valle de Uco y Maipú- y elaboran vinos de un estilo que marcha a caballo de los modernos y los clásicos. Que uno de sus productos más famosos sea Merlot ya da la nota: un tinto aromáticamente rico, cargado de tintas, con una acidez refrescante. En eso, los seis meses de roble colaboran. También su Torrontés Riojano (2010, $60) es famoso, lo mismo que el Malbec Reserva (2007, $252). En la ciudad, recién ahora se los ve en vinotecas, de la mano de la pequeña distribuidora Los Pasos.

La Mascota Cabernet Sauvignon 2009 ($80). El nombre de esta línea de vinos de Bodega Santa Ana no responde a ningún animal. La Mascota se llama el viñedo insignia de la casa y está ubicado en Cruz de Piedra en Maipú, Mendoza, cuna de los grandes Cabs argentinos, algo que este vino ha demostrado ampliamente, ya que siempre está entre los primeros puestos en cualquier cata nacional e internacional. La bodega elabora unas 80.000 botellas, cuyos principales destinos son Holanda, Dinamarca y Suiza, a los que se suma Brasil. Está disponible en la carta del famoso restaurante Fat Duck, en Londres, pero en nuestro mercado lo vas a conseguir sólo en algunas vinotecas especializadas. Sabemos que está en “La Estación de Vinos”, La Lucila, y sino, por venta directa llamando al 5198-8022.

Benmarco Cabernet Sauvignon 2008 ($100). Dominio del Plata elabora este vino en el corazón de Agrelo, Luján de Cuyo, y es un caso ejemplar de éxito exportador. Partiendo de que la enóloga Susana Balbo –socia propietaria- fue durante 2009 presidente de Wines of Argentina (entidad que nuclea a las bodegas que venden afuera), está claro que su voluntad es conquistar el mundo. Desde su nacimiento a fines de la década del 90, sus vinos se afianzaron especialmente en el mercado norteamericano. Etiqueta mimada por la prensa especializada –suele rankear con más de 90 puntos-, Benmarco es un tinto de una riqueza difícil de igualar, con una boca jugosa y largamente refrescante. De la misma bodega, buscá el fragante Críos de Susana B Torrontés (2010, $60). Acá se lo consigue en muy pocos restaurantes y vinotecas especializadas.

Trez Malbec 2007 ($120). Nacida del sueño de tres CEO’s dedicados cada uno a su manera al comercio exterior –Esteban Zombory, Jorge Ramírez y Roberto Timms-, Bodega Deumayen ya hizo pie en difíciles mercados como Suiza y Reino Unido, mientras gana terreno en EE.UU. luego de obtener 92 puntos Parker. Recién llegado al país, Trez Malbec es un tinto profundo, de estructura lograda y taninos redondos, que deja la boca con un sabroso final frutal. Se lo consigue en un puñado de vinotecas, entre las que están Lo de Joaquín Alberdi, El Pireo y Borbore.


30.04.2011
10 tintos esenciales para armar tu bodeguita en casa
El sueño dorado de todo amante del vino es tener una cava privada. Te pasamos 10 etiquetas imprescindibles para iniciarla y presumir de ella.

1. Callia Reserve Malbec 2008 ($25)
Es dar tu primer paso: de una marca bien conocida, elegís un vino más caro que la media. En eso, este Reserve le aporta a tu colección una pátina de barniz de entendido. Y el Malbec acompaña con su boca carnosa, de andar fluido y suave. De paso, le suma una región al listado: San Juan.

2. Perdriel Caramañola ($36)
En una cava que quiera llegar a grande debe haber un clásico con historia propia. Perdriel es el candidato seguro. Con nueva caramañola –muy estilizada, por cierto- este blend le aporta el toque retro necesario a este listado, justo ahora que está de moda volver al pasado. Un solo dato justifica su presencia en tu cava: nunca ha podido ser discontinuado, porque la gente lo pide… y lo pide… y lo pide.

3. Dante Robino Bonarda 2008 ($37)
Entre los esenciales no puede faltar un Bonarda, la variedad tinta que viene con estrella ascendente en el mercado doméstico. Entre los que hay disponibles, el de Dante Robino consigue tres cosas fundamentales: color profundo, aromática floral y una boca que se deshace en sabor como un algodón de azúcar.

4. Saurus Pinot Noir 2009 ($45)
Toda cava que quiera presumir de moderna tiene que tener en cuenta al Pinot Noir. Favorito de especialistas, es un varietal que si lo elegís cruzás la barrera de los entendidos en el acto. Claro que por eso suele ser caro. Si no querés saltar por las nubes de los precios, el patagónico Saurus tiene el mejor entre los que están a tiro de bolsillo: un tinto ligero, aromáticamente frutado y de paso liviano y cordial.

5. Kaiken Cabernet Sauvignon 2008 ($45)
Le va a dar un toque cosmopolita a tu cava. La bodega es de capitales chilenos y la lidera nada menos que Aurelio Montes, un prócer de la enología trasandina moderna, que de este lado de la cordillera, en Luján de Cuyo, produce sus etiquetas Kaiken. El Cabernet resulta carnoso y frutal, y eso lo convierte en un rico y raro espécimen de colección.

6. Fin del Mundo Malbec Reserva 2007 ($50)
En el vino hay bodegas que de pronto están en boca de todos y que logran ser algo así como un must del mercado. Tener un vino de esas bodegas le suma a tu colección un costado trendy. Fin del Mundo es esa bodega hoy. Y el mejor de sus vinos es este Malbec con trazos evidentes de roble, con una textura jugosa que refresca.

7. Lunta Malbec 2008 ($78)
Otro punto clave de una colección es darle brillo personal. Para eso, hay que saber elegir. Un vino de bodega top, pero que no sea precisamente su etiqueta más cara, te dará ese lustre de especialista que sabe lo que le gusta. Lunta Malbec, de Mendel Wines, es perfecto: liviano y fragante, resulta tan rico que sorprenderás a quien se lo convides, por la quinta parte de lo que cuesta el ícono de la casa.

8. Domingo Molina Cabernet Sauvignon 2006 ($98)
Coleccionar se trata ante todo de conocer: tenés que incluir etiquetas de diversos terruños. En el caso de Salta, buscá una bodega como Domingo Hermanos, conocida entre los entendidos por su buen Cabernet, bien balanceado y potente como un ariete.

9. Carmelo Patti Cabernet Sauvignon 2003 ($98)
En tu colección ocupará un lugar que hasta aquí viene vacante: el del microproductor que logra triunfar con su vino. Un Cabernet sobrio y refinado a la nariz, que al paladar se despacha con intensidad contenida por unos taninos suaves, de trama apretada y fina.

10. Gala 4 2008, by Luigi Bosca ($160)
Es el último vino de la saga Gala en llegar al mercado. Por eso, y porque es un raro blend de Cabernet Franc y Malbec, tiene derecho a un lugar en tu petit colección. El vino es un combo aromático muy fragante y frutal, que al paladar llega firme en estructura y con prolongado sabor. Un capricho justificado en la novedad, que envejecerá de maravillas.


03.05.2011
6 etiquetas para redescubrir al Chardonnay
Es el varietal de alta gama entre los vinos blancos. Aquí, 6 recomendados por menos de 60 pesos.

1. LATITUD 33 CHARDONNAY ($22,50)
Una clara demostración de que un blanco no tiene que ser caro para ser bueno. En este caso, se trata de un Chardonnay en toda ley, que tiene el espíritu a veces introvertido del varietal –al menos en materia aromática-, combinada con la textura voluptuosa y envolvente de su cuerpo. Por disponibilidad, precio y calidad, un ejemplar a tiro de bolsillo que ayudará a descubrir el camino de los blancos. Con unos hogareños penne rigatti a la crema, completás el cuadro de sabores sencillos.

2. ALAMOS SELECCION DE VIÑEDOS CHARDONNAY ($40)
Catena es una de las bodegas que tiene mérito propio a la hora de hablar de Chardonnay. Un poco porque ellos fueron los primeros en intentar calcar el fenómeno californiano, con blancos untuosos y fragantes, y otro poco porque elevaron al varietal a un nuevo rango. En su gama Alamos Selección de Viñedos vas a encontrar todo lo que le podés pedir al varietal, con el plus de estar siempre a mano, desde restaurantes a supermercados.

3. XUMEK CHARDONNAY 2010 ($40)
Esta bodega fue primero reconocida en el mundillo del vino por su buen Syrah, un tinto que marcó un quiebre al varietal. Pero los que cruzaron la barrera del color, descubrieron hace dos vendimias que Xumek escondía un tesoro: este Chardonnay, elaborado con uvas del Valle del Zonda y criado en barricas de roble. Marcadamente aromático, lo suyo es el paso mullido, refrescante y el final levemente vainilloso del roble. El secreto, la asesoría de Paul Hobbs, experto en la elaboración del varietal.

4. ALAMBRADO CHARDONNAY ($47)
Santa Julia lanzó su marca Premium Alambrado hace dos años. Ahora suma a los ya existentes Cabernet Sauvignon y Malbec este flamante Chardonnay, que salió a la venta a mediados de marzo. Está elaborado con uvas de Tupungato, Valle de Uco, a 1100 metros sobre el nivel del mar. Presenta un color amarillo verdoso típico, y en nariz destacan las frutas blancas maduras, con detalles tropicales. Con buen volumen tiene el paso untuoso y un largo final.

5. SALENTEIN CHARDONNAY 2010 ($60)
La bodega ubicada en el Alto Valle de Uco comienza a perfilar un nuevo camino para el Chardonnay, de la mano de José Galante, su nuevo enólogo. Se sabe que las uvas de esa zona son excelentes. Y de ahí que el ejemplar de Salentein es el indicado para los no iniciados: de un color verde atractivo, sus evidentes aromas de manzana invitan a una copa. Y en la boca es levemente tirante de acidez, pero con una sensación aterciopelada que conmueve. Inmejorable con una tablita de quesos.

6. FAMIGLIA BIANCHI CHARDONNAY 2010 ($60)
Cuando se habla de Chardonnay se comete un gran error si no se mencionan los de San Rafael. Al sur de la capital mendocina, este terruño consagró al varietal en las góndolas locales. Y entre las bodegas de la región, Casa Bianchi tiene este Famiglia que, con matices ligeramente ahumados, le aportan complejidad. Es un blanco ideal para la mesa, mucho mejor si lo bebés frío, nunca helado. Acompaña a la perfección desde una picada hasta un salmón a la plancha.


15.05.2011
No todos los Malbec son iguales: 6 etiquetas con personalidad propia
El Malbec es el tinto argentino por excelencia. Y entre tanta oferta, algunas etiquetas sobresalen por ser diferentes al resto.

1. MARCUS MALBEC 2008 ($24)
Una grata sorpresa en la góndola de los accesibles. Lástima que el Merlot de la misma marca le haga sombra, porque este Malbec patagónico tiene a su favor la aromática frutal y vegetal que adquiere esta variedad en esa zona, con una acidez atípica y refrescante. Podrás argumentar que estéticamente no es un logro, concedemos, pero una vez que lo probás es imposible que no luzca en una mesa de amigos, ya que es un serio candidato a un interminable asado de fin de semana.

2. LOS CARDOS MALBEC 2009 ($39)
¿Cómo hace Doña Paula para conseguir este nivel de fruta, la elegancia en boca y el sabor final de este vino, aún cuando elabora mucho volumen? Es un misterio. Y sin embargo este Malbec está entre los más parejos del mercado. Su aromática directa te obliga a abrir los ojos al percibir su perfume, y el paso jugoso emociona. Un fuera de serie de la góndola que hay que conocer. Plus: suele tener muy buen precio en cartas de restaurantes.

3. ALTO LAS HORMIGAS 2009 ($59)
Este es un tinto que definió un estilo de estándar internacional para la Argentina. Antes, los Malbecs querían ser vinos facilones y cordiales. Pero cuando apareció Alto Las Hormigas la cosa cambió. La cosecha 2009 –la décima de su historia- recuerda al gran David Bowie: no importa que pasen los años, siempre es moderno. Lo mejor que tiene es su nariz punzante y el andar arrobado de unos taninos mullidos, que llena la boca de buen sabor.

4. NORTON RESERVA 2007 ($60)
No en vano ha sido incluido entre los 100 mejores del mundo según la revista norteamericana Wine Spectator. Norton no escatima esfuerzos para elaborarlo y lo que consigue es una perla violeta, de aroma frutal y especiado, con un paladar sofisticado que sirve para hacer escuela: carnoso, de taninos suaves y final frutal, que reverbera en el fondo de boca largo rato. Un Malbec ejemplar a la hora de hablar de lo que nuestro país puede hacer: más de un millón de botellas de un tinto impecable.

5. MALBEC DE RICARDO SANTOS 2008 ($70)
Cuando se habla de Malbec personales, es inevitable no mencionar el de Ricardo Santos, hombre de larga trayectoria en el vino argentino. Su vino, elaborado con uvas de Luján, es suave y ligero, pero al mismo tiempo complejo: aromáticamente recuerda a la ciruela y algo de pimienta negra, y llena la boca con esa mezcla rara de amabilidad y buena presencia que tienen los clásicos. No ostenta ninguna modernidad, sino el carácter sosegado y singular que entrega la experiencia.

6. ALTOCEDRO RESERVA 2008 ($140)
Este vino esconde un secreto: según palabras de Karim Mussi, su enólogo, fue fermentado con una porción de Semillón (uva blanca), de ahí que gana color y sobre todo ligereza, aún siendo un tinto de paso fluido y profundo en su estructura. Lo que más gusta de este Malbec es que no se parece a otros: en eso, La Consulta, de donde es originario, le pone un sello distintivo aromáticamente hablando. Si bien el precio es alto, es para tener a mano para cuando quieras darte un gusto.

Por Joaquín Hidalgo

terça-feira, 31 de maio de 2011

Comer - Delta do Tigre

EL GATO BLANCO
¿Querés aprovechar un mediodía de domingo al sol? Tomá la lancha colectiva que va al Delta y pedí que pare en esta casona blanca con techos azules: ofrece una cocina sencilla y tradicional, a orillas del río. Elegí una de las mesas con sombrilla en la galería que da al río y pedí el ojo de bife con papas rústicas, o cualquiera de los pescados, siempre salen buenos. En los alrededores, un parque arbolado con juegos para chicos le da al lugar un aire familiar. Imprescindible ir con reserva: se llena de turistas extranjeros. Costo promedio por persona: $160 pesos sin bebidas.

Lenguado “au citron vert” en A pesar de su nombre sugestivo, no se trata de un albergue transitorio sino de un muy buen restaurante del Delta. A la vera del río Capitán, tiene el césped prolijamente cortado y está rodeado de sauces, plátanos, palmeras y liquidámbares. La galería para 150 cubiertos es una delicia. Las mesas están puestas con manteles de un blanco inmaculado. El plato emblemático de la casa el lenguado “au citron vert”. El costo promedio del cubierto oscila entre 90 y 130 pesos. Abre sólo al mediodía y se puede llegar con las lanchas colectivas.
(Río Capitán, Muelle Nº8, Islas del Delta, Tigre / T. 4728-0390)

BELINDA
Fritura de mar - Sobre el río Luján, en el Mercado del Delta, se encuentra Belinda, un restobar que obtuvo la medalla de oro a la arquitectura interior de Casa FOA 2008. Belinda es una casa con techo a dos aguas, de estilo minimalista, donde prima el blanco y hace que los comensales presten atención al entorno. Durante el día se puede aprovechar su amplia terraza. La fritura de mar ($50) a base de rabas, cornalitos y los pinchos de langostinos son de lo mejor (comen dos personas).

El blanco inmaculado desafía la roña del Puerto de Frutos. En el Mercado del Delta, la parte nueva del Tigre, ahí donde los locales de decoración le roban a Palermo la soberanía del objetito, Belinda ofrece una barra que invita a compartir el almuerzo e impone una noción de fetichismo urbano en el entorno acuático. Bien regado por un café Nespresso, tónico y cremoso, el brunch se magnifica con el sanguchón Italo, de jamón crudo, queso gouda, tomates secos, rúcula y manteca. Diseñada para la edición 2008 de Casa FOA, la cafetería heredó la bendición de la deco profesionalizada: con las ventanas que se abren amplísimas sobre el río Luján, irrumpe con la madera noble, el metal cromado y la fórmica blanquísima en el paraíso del mimbre y la caña. Para el final, el postre que reconcilia pastelería y entorno: isla flotante.
(Marcado del Delta, Puerto de Frutos, Tigre. Tel 4749-1795)

segunda-feira, 30 de maio de 2011

Café - Redes

AROMA CAFE (café)
Aroma Café es un milagro, un verdadero milagro. Porque si bien el café es malo, la pastelería no es casera sino pre-congelada (General Mills, Delicity), la ambientación y los muebles son iguales a los de la estación de servicio YPF de los años 90, los sándwiches son envasados, la atención es una de las peores del mundo (es como un fast food, sólo que las cajeras en vez de sonreír se pelean entre ellas) y los precios son un escándalo, todavía sigue abierto y funcionando. ¿La razón? Buena ubicación de los locales (en gimnasios, esquinas súper concurridas y tramos de avenidas en los que no hay nada más) y una gráfica impactante en las vidrieras. No se dejen engañar por las gigantografías de frapuccinos y los sándwiches photoshopeados, que nada tienen que ver a los que venden adentro, en el mostrador. Es muy útil para pedir usar el baño o para pedir un vaso de agua, pero nada más.

MC CAFE (café)
Miren lo que voy a decir: ni la pastelería, especialmente las tortas, ni el café es tan malo como uno puede suponer desde afuera. De hecho, las tortas son bastante buenas y el proveedor de facturas es General Mills (¡Delicity disfrazado, de nuevo!), lo que para una cadena de fast food, es un plus. El problema es la atención (las mesas están siempre sucias, muchas veces te las tenés que limpiar vos mismo), la cantidad de gente que entra y sale, lo incómodo del mobiliario (empezaron con réplicas de sillones de Philip Starck en madera de caoba curvada y terminaron con sillas de caño más ruines que las que venden en Flores, sobre Avenida Rivadavia), y la proximidad del mostrador de hamburguesas lleno de adolescentes con granos. Pero hay que decir la verdad: es una buena opción si vas con chicos que pueden irse a los juegos o quieren comprarse unas papas fritas mientras lees el diario tranquilo. Y además tienen WIFI, que casi siempre anda. Nada mal.

BONAFIDE (café)
Es injusto juzgar a Bonafide como una cafetería cuando en realidad es una tienda o un despacho de café y golosinas que tiene algunas mesas casi siempre olvidadas y mal atendidas. Aunque no es de mis preferidos, no se puede decir que el café sea malo (para mí es demasiado suave y el que no lo es, es ácido y tiene azúcar), pero tampoco hay mucho más que agregar. El resto de las cosas —las pocas que hay— son regulares y como entra y sale gente durante todo el día a comprar caramelos y a moler café es bastante ruidoso y concurrido. Sin embargo, Bonafide tiene un público PAMI cautivo muy fiel a sus golosinas y a sus caramelos, que lo sigue eligiendo con todos sus aciertos y errores. ¿Lo mejor? Sus caramelos duros de naranja y de huevo cubiertos en chocolate amargo. El café, yo lo tomaría en otros lados. Pero veremos qué digo cuando cumpla 70 años.

CAFE MARTINEZ (café)
La pastelería es aceptable, el café es bueno, y tiene productos de chocolate muy ricos para acompañarlo. Es la mejor opción para un shopping en el que sólo hay un patio de comidas. Quizás lo peor sea la atención (no sé si le pagan poco a las mozas y por eso son tan poco eficientes y desinteresadas, pero me han atendido consistentemente mal en las dos sucursales de Caballito, el centro, Tigre y Belgrano), el wifi (tienen un sistema espantoso que atrasa diez años por el que hay que pedir una tarjeta con la consumición y cuando es libre, hay que loguearse en la página de vex.com) y la comida. Se puede almorzar (hay sándwiches, ensaladas y tartas) pero todo es muy malo y no está cortado ni hecho en el momento, aunque lo nieguen. ¿Conclusión? Sí: para un café en el shopping, porque siempre están en el lugar correcto. No: para almorzar ni para trabajar. Probablemente Internet no funcione y las mozas hayan puesto Luis Miguel al palo y no quieran bajar el volumen.

THE COFFEE STORE (café)
The Coffee Store tiene un plus que no tiene nadie, tiene café saborizado. Y en ese “nadie” no incluyo a Starbucks, porque lo de Starbucks es otra cosa (son drinks de café parecidos a un milk shake más que a la bebida tradicional). Los locales son correctos y las tortas y la patisserie son relativamente buenas, incluyendo cookies y algunos cuadrados de torta que no están mal. Como casi todas las demás cadenas, hace agua en las comidas y los sándwiches, aunque tiene una novedad: un menú de dieta hecho por el doctor Ravenna que, aunque no me crean, pide mucha gente. Conclusión: un buen lugar para tomar el mismo café de siempre con un twist y comerse el cantucci que viene al lado de la tacita. Les recomendamos sentarse, leer el diario y comprarse un cuarto de café Swiss Almond Chocolate o Almond Amaretto recién molido para servir con un postre después de comer o hacerse un frapuccino cuando llegue el verano.

STARBUCKS (café)
Starbucks es acerca del producto. Si vas a buscar un lugar para pasear, o para tomar algo tranquilo leyendo, olvidate. Starbucks es para comprar, e irte a dar una vuelta por el shopping con el café en la mano o para entrar corriendo, comer en diez minutos y seguir trabajando. No se compara con otras cafeterías porque acá el producto es completamente diferente. Cafés de medio litro con crema, esencias, espumas, cremas, helados, syrups lo convierten más en una golosina líquida que en la austera bebida que conocimos hasta el momento. Hay caramel macciatos, vanilla lattes y mochas en sus versiones calientes, y frapuccinos con o sin crema en diferentes sabores standard pero que también se pueden customizar a gusto del cliente. Ideal para golosos que extrañan el $1 a $1 y para curiosos en general. La pastelería y los sándwiches son muy ricos (tienen unos muffins gigantes de arándanos muy buenos), por lo que está bien para almorzar o tomar el té.

HAVANNA (café)
A pesar de que es una cadena y terceriza el café con Cabrales, vamos a defender Havanna a capa y espada, porque hace la mayoría de las cosas bien. Quien eligió o diseño la estrategia que transformó el despacho de alfajores en Mar del Plata hasta cadena de cafeterías a Havanna es alguien que además de tener buen gusto, es inteligente. Los locales son lindos, tienen un olor increíble, la atención es esmerada y el café, que es muy muy rico (Cabrales les hace un blend especial para ellos), llega a un grado de perfección celestial con las dos galletitas crocantes de naranja cubiertas en chocolate amargo que traen para acompañar. Un capítulo aparte merece la presentación: la taza viene con servilletas arriba de una bandejita individual, muy piola y diferente. La comida de Havanna no es muy buena, pero se equilibra con alfajores, tortas y esas galletitas de limón cubiertas con chocolate que nadie ha logrado superar hasta el momento. Por último, el clima: como hay muchos locales pequeños con tres o cuatro mesas y como despachan alfajores por la vidriera (un gran acierto) son mucho más tranquilos que el resto. Un sí rotundo.

ESTABLECIMIENTO GENERAL DE CAFE (café)
Aunque tiene pocas sucursales en la ciudad, Establecimiento General de Café no parece una cadena sino un corner de café gourmet. Tienen más de veinte variedades de café recién molido de Brasil, Colombia, Kenia, India, Arabia Saudita, Yemen, Puerto Rico, Indonesia, India, además de vender tazas, cafeteras de todo tipo, molinillos y batidores de leche. Es la perfecta antítesis de Starbucks porque su objetivo es exactamente el opuesto: vender un producto noble para puristas que busquen que el café sea la vedette. Ideal para sibaritas que además de un rico café pretendan un ambiente relajado, buena atención y comer algo rápido. Sus sándwiches son mejores que esos espantos envasados marca Grandwich que sirve la mayoría de la competencia. El “De la huerta” por ejemplo, tiene queso blanco, choclo, champignones salteados, cebollas asadas, berenjenas, espinaca y queso gratinado. Todo un logro para una franquicia. ¿La parte mala? Por ahora tienen sólo cinco locales y ninguno está en un shopping o una avenida típica para ir de compras o hacer trámites, pero piensan expandirse.

Comer - Barrio Norte

OVIEDO
Para peixes e frutos do mar não existe melhor lugar na cidade. A inspiração vem da Espanha, mas a cozinha passeia por outras influências - a Itália aparece em pratos de risotos e massas. O menu muda regularmente, mas os chipirones a la plancha, a receita mais famosa da casa (são lulas na chapa), nunca saem do cardápio. Para começar, salada de camarão com abacate e carpaccio de vieiras. Entre os pratos principais, truta com terrine de cogumelos e peixe com nhoque de azeitona. Apesar da fama dos pescados, o setor de carnes merece consideração, como o kobe beef com ervilhas francesa e alho poró.

O ambiente aconchegante combina muita madeira e couro com toalhas impecavelmente brancas e uma bela coleção de vinhos - aliás, a carta está entre as melhores da cidade. O serviço é cordial, discreto e eficiente. Infalível para um grande jantar. Prestigiado por um público maduro e elitista, ocupa um salão clássico, elegante e sempre cheio – reserve. Prepara receitas mediterrâneas de apresentação impecável, geralmente à base de pescados frescos, como o lombo de dourado com nhoque de abóbora. A adega de vinhos, cheia de grand crus franceses e rótulos argentinos acima dos AR$ 1 000, está entre as mais poderosas da cidade. $$$$

Uno de grandes restaurantes nacionales. En su historia cuenta con highlights increíbles. El cochinillo, el pulpo, la tortilla. Pero a la hora de elegir un plato, habrá que ir por el pescado. Y si bien el atún rojo sale siempre perfecto, nos inclinamos por la argentinísima chernia con cualquiera de sus guarniciones (ideal, los ñoquis de oliva). Eso sí: su aparición en la carta depende de lo que se consiga fresco en plaza. Su precio ronda los 80 pesos.
Clásico de clásicos, Oviedo es una cita obligada para amantes de la buena gastronomía. Si todavía no pasaste por acá, ésta es una buena oportunidad. Su especialidad son los pescados, y su fórmula del éxito, la frescura de las materias primas y su tratamiento. Elegí una de las mesas del elegante salón y pedí las ostras vivas ($14 la unidad) para empezar y, de principal, el filet de trucha salmonada con lemon grass y puerros tiernos ($95). De postre, fondant de chocolate con helado de crema ($45). Atención eficiente de sus mozos, y como plus, una de las mejores cavas de vinos de la ciudad.

Chernia- Nos gustaría decir que recomendamos Oviedo porque su dueño, Emilio Garip, es fanático de Planeta JOY (¡lo es!). Pero lo hicimos por ser uno de grandes restaurantes nacionales. En su historia cuenta con highlights increíbles. El cochinillo, el pulpo, la tortilla. Pero a la hora de elegir un plato, habrá que ir por el pescado. Y si bien el atún rojo sale siempre perfecto, nos inclinamos por la argentinísima chernia con cualquiera de sus guarniciones (ideal, los ñoquis de oliva). Eso sí: su aparición en la carta depende de lo que se consiga fresco en plaza. Su precio ronda los 80 pesos.
www.oviedoresto.com.ar
(Calle Beruti, 2602, 4821-3741; 2ª/sáb 12h/16h e 20h/0h; Cc: A, D, M, V)

SETTE BACCO
Sette Bacco es un coqueto y algo rústico restaurante de Barrio Norte, ambientado como una casona antigua reciclada. Con una carta de cocina italiana bien amplia, va de los carpaccios a las pastas rellenas, pero vos olvidate de todo eso y detenete en el risotto de ossobuco alla milanese.

No importa que sea verano o invierno: vas a probar un plato delicioso, con un arroz carnaroli –grano corto- crocante y a la vez tierno, de una consistencia granulosa que llena la boca, y con abundante y sabroso ossobuco. El secreto es que la carne fue macerada una noche entera con hierbas y luego braseada cuatro horas. Lo sirven en unas cazuelitas de barro que le dan un toque antiguo y están destinadas a garantizar que no se enfríe su gran porción. Sumale unas hebras de queso y rendite. Precio: 58 pesos.
(Aguero 2157, Barrio Norte / T. 4808-0021)

VIEGENER (boulangerie)
Nos encantan sus bombas de pastelera, pero no por eso nos olvidamos sus medialunas de manteca, grandes y consistentes. Vienen en su versión clásica o rellenas de dulce de leche, crema pastelera, dulce de membrillo y hasta de ricota. Para saciar el antojo de algo rico y contundente.
(Coronel Díaz 1855, Barrio Norte)

LOS MOLINOS (boulangerie)
De los mismos dueños de Dos Escudos, esta panadería se autodenomina - con justa razón-, “especialista en medialunas”. Las preparan con ingredientes de primera calidad y son más que generosas. Si llevás una docena ($16) y al pesar el paquete no alcanza los 600 gramos, en el caso de las de manteca, o los 450 gramos, en el caso de la de grasa, te agregan las que sean necesarias para completar el peso justo.
(Av. Las Heras 3014, Barrio Norte / T. 4805-4329)

CROQUE MADAME (brunch)
Una tradición heredada de las mejores salas de Europa y Estados Unidos: el “restaurante del museo”, casi una categoría propia para la gastronomía, por entorno artístico y menú de qualité. En el maravilloso jardín del Museo de Arte Decorativo, con adoquines en el piso y arbustos podados con la simetría de un Joven Manos de Tijera, Croque Madame es menos pretencioso que su nombre y sus aspiraciones, de indudable alcurnia francesa: el Palacio Errázuriz permite que los plebeyos ocupemos sus jardines para probar el equivalente galo a nuestro tostado: el croque. Estrella indiscutida del brunch bajo los árboles, un pan dorado en manteca con jamón cocido, queso gruyere y huevo a la plancha. Elegir únicamente las mesas al aire libre y entregarse al devaneo de un domingo para decir “oh la lá, París”.
(Av. Libertador 1902, Barrio Norte / T. 4806-8639)

Comer - Centro

CLUB SUECO
Además de Abba y los Premios Nobel, los suecos cuentan con su restaurante en el microcentro porteño. Martín Varela y Nancy Sittman, dos ascendentes chefs, han tomado la concesión hace poco más de dos años.

Se encuentra en el quinto piso y ocupa tres sobrios salones: un lobby con una barra donde se destacan las distintas marcas de acquavit con sillones suecos originales, una pequeña biblioteca y un amplio comedor con el parquet de madera escandinava y sillas de diseño nórdico. Las mesas están convenientemente separadas entre sí.

Los platos emblemáticos son la degustación de lacha y salmón, los sándwiches nórdicos, los arenques marinados, las köttbullar (albóndigas suecas con puré de papa y rúcula), el far i kal (cordero guisado) y el biff a la Lindström (hamburguesa con alcaparras y remolacha agridulce). Precio aprox: $50 por persona. Es recomendable concurrir al Smörgâsbord ($120), una especie de buffet sueco que se hace los segundos jueves de cada mes. Es imprescindible la reserva.
(Tacuarí 147, 5º piso, Microcentro / T. 4342-0888 / Lunes a viernes al mediodía, y jueves y viernes por la noche)


TOMO I
Historia y el prestigio: Tomo I fue creado por las hermanas Concaro, hace 40 años. En Tomo I la comida es simple, pero siempre logra un plus que conmueve, por la incansable búsqueda de los sabores más puros y la utilización de materia prima de primera calidad. Los platos que parecen y que son simples, y que aún así se destacan sobre el resto de la gastronomía nacional. El truco está en los detalles, invisibles pero vitales en el sabor final.

Ya sin Ada Concaro (alma mater del lugar, recientemente fallecida), Tomo I ahora está a cargo de su hermana Ebe y de su hijo, Federico Fyalaire, que también se desempeña como sommelier. El resultado es tan cuidado como siempre. “El estilo se mantiene. Forzosamente, nuestra forma de cocinar es muy cercana a la de mamá. Por más que quisiera despegarme, no podría hacerlo”, asegura Fyalaire.

La carta de Tomo I cambia según las estaciones del año, pero mantiene siempre dos estilos de platos. Unos más osados y festivos, como el faisán con melón e higos, o los ravioles de ñandú. Y otros más tradicionales, como los ravioles de espinaca.

Situado en un entrepiso del Hotel Panamericano, su salón alfombrado con paredes de capitoné es sobrio y formal. Con esmerada atención y buenos vinos, quien se precie de ser un sibarita debe comer aquí al menos una vez en su vida. Un lujo que vale la pena.

Gigot de cordero - Dejemos de lado los ravioles de espinaca (que merecerían lugar en la lista), y vayamos por el cordero. No importa cómo lo hagan, el cordero es “el” plato de Tomo 1. Por algo, fue el primer restaurante de la ciudad en prepararlo como plato de alta cocina.

Con más de cincuenta platos de cordero distintos a lo largo de los últimos años, hoy Tomo 1 lo ofrece en forma de gigot con vegetales horneados y alcaucil ($80). Suena simple. Es simple. Y es el mejor.

O cardápio traz informações sobre a procedência dos ingredientes, o que revela muito da cozinha da dupla: uma mistura de técnicas clássicas com matéria-prima local e sempre fresca. Toda noite há um menu degustação diferente, com vinhos incluídos. $$$$$

Não importa a estação: há mais de 30 anos o restaurante Tomo 1 é o melhor de Buenos Aires. Instalado no decadente Hotel Panamericano, a poucos passos do Obelisco, o lugar é um porto seguro para uma refeição. Comandado pelas irmãs Ada e Ebe Concaro, é um ótimo endereço para fugir das parrillas experimentando uma comida realmente argentina.

- Nossa cozinha tem forte influência européia, especialmente francesa e italiana. Mas usa ingredientes locais. É uma interpretação da culinária argentina, que mescla técnicas e referências trazidas pelos imigrantes com tradições e matéria-prima locais - conta Federico Fialayre, filho de Ada, que cuida do salão.

O restaurante abre para almoço e jantar. Se puder escolher, prefira a noite. Por 180 pesos (cerca de R$ 80) é servido um menu degustação admirável, com direito a meia garrafa de vinho por pessoa (da Rutini, uma respeitada bodega de Mendoza). Preparadas com ingredientes frescos e alguma criatividade, as receitas variam conforme a disponibilidade de matéria-prima. Mas alguns pratos, como o ravióli de ñandu (uma espécie de avestruz) raramente saem de cartaz.
- Os menus degustação criados pela Ada para cada dia são servidos somente à noite - lembra Frederico.

O lugar, com serviço simpático e atencioso, fica lotado quase todas as noites. Para evitar surpresas desagradáveis, é importante reservar a sua mesa ainda no Brasil. Como nós fizemos.
Depois de subir de elevador até o restaurante, o melhor a fazer é esperar no bar, sentado numa linda e enorme mesa de madeira diante das garrafas de destilados iluminadas. Começar o tour brindando com uma boa taça de espumante é a pedida. A fórmula do menu degustação parece feita sob medida para um casal, que pode pedir um vinho branco para os primeiros pratos, passando para um tinto para acompanhar as receitas mais encorpadas.

Além do frescor dos ingredientes, uma marca da cozinha das irmãs Concaro é a delicadeza, especialmente na primeira etapa da refeição. O gazpacho, por exemplo, me foi servido ao lado de uma torradinha com ratatouille feito com legumes em pequenos pedacinhos. A seguir, lulas empanadas com muita leveza foram servidas acompanhadas de cinco molhos de várias cores e sabores em pequenos copinhos - numa composição que lembrava até a paleta de um pintor. O salmão confit morno alcançou uma consistência rara, cremosa, protagonizando uma salada com folhas verdes, tomate em cubinhos e alcaparra.

Entre uma entradinha e outra, esvaziamos a garrafa de vinho branco. Já com um tinto nas taças, passamos pelo famoso ravióli de ñandu com manga antes de nos entregarmos aos prazeres da carne: o filé mal passado, espesso e suculento, vinha ladeado por legumes grelhados (abobrinha, cebola, tomate e berinjela) e um espetacular purê de pimentões vermelhos.

Ao fim de uma dezena de pratos, ainda havia a sequência de sobremesas, que começou ao sabor dos pomelos ao riesling com especiarias e sorbet de pêras. Outro destaque doce foi a fina massa folheada com creme e calda de frutas vermelhas. Isso tudo pelo equivalente a R$ 80 (com meia garrafa de vinho!).

Ningún otro restaurante logra lo que Tomo 1: elaborar platos que parecen y que son simples, y que aún así se destacan sobre el resto de la gastronomía nacional. El truco está en los detalles, invisibles pero vitales en el sabor final. Dejemos de lado los ravioles de espinaca (que merecerían lugar en la lista), y vayamos por el cordero. No importa cómo lo hagan, el cordero es “el” plato de Tomo 1. Por algo, fue el primer restaurante de la ciudad en prepararlo como plato de alta cocina. Con más de cincuenta platos de cordero distintos a lo largo de los últimos años, hoy Tomo 1 lo ofrece en forma de gigot con vegetales horneados y alcaucil ($80). Suena simple. Es simple. Y es el mejor.

(Carlos Pellegrini 521, Centro / T. 4326-6695)


SIPAN
La refinada cocina peruana tiene un origen popular y el sabor único de las mejores fusiones. Hoy se expande en el mundo y es boom en Buenos Aires, donde restaurantes como el de José Castro Mendivil está entre los mejores. Ubicado dentro de una galería comercial, este restaurante tiene de rico todo lo que no tiene de atractivo estéticamente.

Practican la comida Nikkei y en cuanto a ceviches, tiene dos variedades: clásico y mixto. Pedí el clásico y no repares en el picor, que, aún siendo alto, le da relieve. Aquí trabajan con lenguado de primera y lo sirven en un plato de vidrio muy vistoso. La porción es individual y cuesta 85 pesos. Caro, pero uno de los mejores.

"Tacu con picante de mariscos" / $76
El tacu tacu es un plato emblemático. Su origen se remonta a los años de la conquista, cuando las esclavas africanas creaban platos suculentos con las sobras de sus patrones. Por lo general, es un salteado de arroz y frijoles negros, con un encebollado con ajo, que suele servirse como guarnición. Pero en Sipán lo preparan con gran refinamiento. Hay siete versiones, una mejor que la otra.
El de picante con mariscos tiene todo el sabor, diversidad y frescura del Océano Pacífico. No hay que olvidar el precio de los frutos del mar, y lo difícil que resulta conseguir variedad de captura sin congelar. Los insumos de la sazón peruana también requieren una búsqueda minuciosa, y la constancia de quien provea estos productos, entre los que se encuentran algunos importados, factores que suben el precio del plato, otrora de esclavos, hoy manjar de ejecutivos.

Paraguay 624, Retiro / Centro T. 4315-0763


DADA
O sorvete de doce de leite artesanal.
San Martin, 941, Microcentro, Buenos Aires. Tel. 54 11 4314-4787


INAKI
Movimentado no almoço, quando acolhe diversos executivos do centro, ocupa um salão amplo, claro e pouco decorado. Dentre as criações bascas, o arroz especial chega à mesa cremoso, bem temperado com açafrão e repleto de cogumelos fatiados, camarões e uma saborosa centolla desfiada. Custa AR$ 83 e serve duas pessoas. Como entrada, a especialidade são os chipirones, uma variedade de lula cozida em sua própria tinta (AR$ 33). A carta de vinhos elenca 300 rótulos, com boa oferta de argentinos abaixo de AR$ 60. $$

A diferencia de Galicia, la condimentación tiene mayor espacio en la cocina vasca, como consecuencia de su cercanía con Francia. Sus cocineros son respetados por haber descubierto un punto intermedio entre modernidad y apego a las costumbres, resultando en lo que es, para muchos, la mejor gastronomía de España. No es casualidad que el año pasado se haya seleccionado a tres restaurantes del País Vasco (Mugaritz, Arzak y Martín Berasategui) entre los 50 mejores del mundo, según el célebre ranking San Pellegrino. Pero yendo a las raíces la cocina Euskadi, entre los platos característicos cabe mencionar el pescado al pil pil, los txipirones en su tinta, kokotxas de abadejo (que se extraen de los cachetes de pescado y se cocinan en salsa verde) y las alubias de Guernica. Otro plato típico, selecto por su escasez, son las angulas de Aguinaga: crías de anguila condimentadas con aceite de oliva, ajo fileteado y guindilla. Postres: natilla quemada y pastel vasco, una crema pastelera rellena de almendras y nueces.

Un rincón de Esukadi en Buenos Aires. En el amplio salón, sirven platos típicos de su tierra, a base de pescados bien sazonados. ¿Qué pedir? Las gambas al ajillo ($72), el bacalao al pil pil con ensalada de espinacas a la crema ($100), o el arroz especial para cuatro personas, que viene con centolla, gambas y champiñones, gratinado con crema de leche ($128), todo para compartir. De postre, pastel vasco, con crema pastelera, almendras y nueces.

Iñaki Uriona es un referente de la nueva cocina vasca en Buenos Aires. Fiel a la tradición, todos sus platos son a base de pescado y mariscos, como txipirones en su tinta, gambas al ajillo (en milanesa o a la plancha), ostras frescas, boquerones y ventrescas con rúcula y tomate ($30). El plato más pedido (a $128, para cuatro personas) es arroz especial, que incluye centolla, gamba y champiñones, gratinado con crema de leche.

(Calle Moreno, 1341, 4382-8486; 2ª/sáb 12h/15h e 20h/0h; Cc: A, M, V)


STATUS
Ir a este restaurante de Congreso es como juntarte con los amigos con los que te fuiste de mochilero a Perú cuando tenían 20 años. Bullicioso, los precios son tan gasoleros como aquellos viajes de juventud. En cuanto al ceviche, conviene pedir el mixto ($35), a base de tollo, calamares y mejillones, levemente picante. Acompañalo con unas “chelas” bien frescas y abundantes canchitas.
(Virrey Cevallos 178, Centro / T. 4382-8531)

PLAZA GRILL
Los domingos, el puchero campero llega al tradicional salón del Plaza Grill, en el subsuelo del Marriot Plaza. Allí, no es un plato de pobres (cuesta $125) y resulta un festín. Carnes de todo tipo, embutidos, legumbres, verduras, caldo, grasa, salsas varias. Todo bajo los maravillosos ventiladores de techo. Lo único malo de este puchero (aparte del precio) es que desmerece al que hacían en tu casa de chico.
(Florida 1005, Centro / T. 4318-3074)

Centro Asturiano de Buenos Aires
Similar a la cocina gallega, por el parentesco de la población y por su proximidad geográfica, la cocina asturiana se distingue por sus insumos de pesca y ganado. La principal distinción es en cuanto a mariscos, ya que no se consume tanto pulpo como en Galicia. El plato nacional es la fabada, cuya fama trascendió a la región. La fabada es una comida invernal, con alto contenido en grasa y calorías, elaborada con alubias blancas, codillo de ternera, cerdo y embutidos. Su acompañamiento natural es la sidra escanciada: sidra sin gas tirada por especialistas, para darle un punto clave de efervescencia. El emparejamiento es tal que en Asturias resulta común escuchar la frase “fabes y sidra.”

Desde hace quince años se hacen aquí algunas las fabadas más ricas de Buenos Aires ($50), hechas del modo tradicional, con porotos, panceta, codillo de ternera, chorizo y panceta asturiana. Otros platos típicos son la cazuela de mariscos ($140, para tres personas) y el arroz especial ($190, para tres personas), con centolla, pulpo, langostinos y girgolas, y la paella con pollo ($120, para tres personas).

Solís 475, Centro / T. 4381-1342

Palacio Español
Diversa como las culturas que se asentaron al sur de España, un denominador común para toda la alimentación de Andalucía es el aceite de oliva: se elabora en la Sierra de Segura y en localidades cordobesas, y es la base de la llamada dieta mediterránea (que tiene su origen en esta región). Otro ingrediente famoso es el jamón de Jabugo (municipio de la provincia de Huelva), también llamado jamón pata negra, ya que se extrae de una raza porcina notoria por sus patas oscuras, y que se alimenta de bellotas.

Pero el plato andaluz por excelencia es el gazpacho, una sopa fría con tomate, pimientos, pepino, pan y ajo. También las tapas suelen asociarse con Andalucía; si bien son características de toda España, los andaluces les rinden un culto particular. Entre los ingredientes típicos están los pescaditos fritos de Cádiz y Málaga, y tortillas como las de patatas y Sacromonte, que se cocina en Granada. Finalmente, la tradición de la inmigración árabe se hace sentir en su repostería (los bizcochos borrachos, las torrijas de Semana Santa).

Desde que cerró Al Andalus dos años atrás, no existe un lugar dedicado con exclusividad a la cocina andaluza, pero muchos de sus platos pueden encontrarse como parte del menú de los restaurantes situados en Av. De Mayo al 1100 y aledaños. Un lugar destacado es el Palacio Español, donde se sirven platos típicos de Andalucía como tortilla de jamón serrano, escalopines al jerez y abadejo a la andaluza.

Bernardo de Irigoyen 180, Centro / T. 4334-4876

TANCAT
Fiel al estilo típico de las tascas españolas, con salón pequeño, barra de madera y butacones, Tancat se destaca en esta lista por la variedad de pescados que ofrece en su carta: hay desde besugo, mero, abadejo, lenguado, y trucha, hasta salmón, bacalao y pez espada. Muy recomendable la tríada chipirones ($34), gambas al ajillo ($45) y tortilla española ($38), al igual que el salmón rosado ($65). Los días de semana al mediodía es un hervidero de oficinistas y turistas, los sábados es más tranquilo. Las mesas están demasiado juntas, pero se compensa con la buena cocina. Si no querés esperar, andá con reserva.
(Paraguay 645, Centro / T. 4312-5442)

EL CLAUSTRO
Este convento que data del siglo XVIII es un oasis en el microcentro porteño. El patio conventual es un pequeño vergel. Las mesas están entre una frondosa palmera, un ceibo, una rosa china, un enorme palo borracho y un jacarandá. El conjunto brinda una sombra reparadora en cuyo centro se encuentra una fuente. El plato por excelencia es el roulé de salmón rosado, compota de puerros al gruyere, puré rustico y espinacas frescas ($65). Por $73, hay un menú ejecutivo.
(San Martín 705, Microcentro / T. 4315- 0738)

CLUB DEL PROGRESO
En 1852, a instancias de Diego de Alvear se fundó el Club del Progreso, la institución de su tipo más antigua de Buenos Aires. Cuenta con un antiguo patio en damero cubierto con vista a un jardín con enredaderas, un viejo gomero, un morero y nísperos. Una ventana para escapar de la asfixia estival del centro porteño. El cochinillo hecho en horno de barro ($500, para seis personas), con batatas al plomo es la especialidad de la casa.
(Sarmiento 1334, Centro / T. 4372-3380)

CASA ARISTOBULO
Una meca de la comida casera, rica y natural para porteños y vecinos de la zona. De su pasado de almacén, aún conserva las persianas de enrollar, la heladera mostrador de madera, los pisos de mosaicos calcáreos y una salamandra que aporta calor de hogar al salón. Sobre los manteles de hule se sirven pizzas, salteados al wok, pescados traídos a diario del barrio chino y algunos clásicos, como los panzottis caseros de hongos. Podés elegir el vino a la carta o pedirle a Andrés Libedinsky, dueño y chef, que te sirva el pingüino con vino salteño. El dato: hay seguridad en la puerta. Costo por persona: 83 pesos.
(Aristóbulo del Valle 1889, Florida / T. 4718-2884)


BARATOS:
Recorrimos el perímetro delimitado por Leandro N. Alem, 9 de julio, Plaza San Martín y Diagonal Norte y buscamos restaurantes con onda para almorzar por menos de 35 pesos. Estos son los que más nos gustaron.

1. Delhi Darbar
Uno de los mejores lugares para probar comida étnica en la zona y uno de los restaurantes indios más interesantes de la ciudad. Abrió hace un año y medio y, de a poco, fue ganando una clientela fiel. El ambiente es sencillo, alegre y bilingüe: cocineros indios, mozas caribeñas. Lo mejor es arrancar con una porción de pakoras (verduras fritas en harina de garbanzos) y seguir con algunos de los currys (notable el de cordero). También hay opciones vegetarianas (con lentejas, por ejemplo) y light por 30 pesos.
(Viamonte 359 / T. 4894-0778)

2. Tres tres tres
De afuera no dice nada. Con su cartel comercial de Coca en la fachada, parece un lugar más del Microcentro. Pero una vez adentro, la cosa cambia: música reggae y un ambiente distendido que parece eternizado en un “casual Friday”. Sus dueños, jóvenes marplatenses de rastas, generan el clima del restaurante, que complementan con precios muy amigables: por menos de $35 se puede comer a la carta o elegir cualquiera de sus cuatro menús diarios. Entre sus caballitos de batalla están el strudel de calabaza, pollo y choclo (con bebida, postre o café, $24), la ensalada caesar o los fuciles caseros del chef.
(Esmeralda 333 / T. 4139-9033)

3. El patio
Sin importar creencias religiosas, cientos de laburantes microcéntricos se dan cita todos los mediodías en el Convento de San Ramón Nonato, uno de los más antiguos de la ciudad. ¿La razón? El plato del día (siempre a $20) que ofrece El Patio, un gran comedor de techos altos y paredes blancas, ubicado en la planta baja del edificio. Tanto en verano como en invierno (hay grandes tubos calentadores) lo mejor es ubicarse en una de las mesas de la galería que tiene vista a un exuberante jardín de palmeras. La cocina es clásica porteña (colita al horno, lentejas, pollo a la portuguesa) y el servicio, cuando no está desbordado, eficiente.
(Reconquista 269 / T. 4343-0290)

4. Club Danés
Un almuerzo en un piso 12 con vista al puerto y al río es un lujo que en el Club Danés te podés dar por unos pocos pesos, mientras probás unos ricos Smørrebrød, los sándwiches abiertos, típicos de Dinamarca. Hay un plato danés del día y una opción económica (a $36, puede ser un quiche, unos spaetzle o un risotto con langostinos, coco y cúrcuma). Sin embargo, te sugerimos, los sándwiches ($20). Y entre ellos, el de lacha marinada (buen reemplazo local para el arenque escandinavo) con aros de cebolla o el de paté de hígado de cerdo. Tienen promociones temporales: en grupos grandes (10 o más), uno no paga.
(Leandro N. Alem 1074 12º / T. 4312-9266)

5. Mineral
Cada uno de sus platos merecería un signo de exclamación al lado. Las ensaladas, los sándwiches, los crepes, todo es rico y fresco en este local inaugurado hace tres años por el chef francés, Herné Cauchy. El secreto es el sistema de cocción de baja temperatura que utilizan, que conserva los nutrientes de las carnes (una ternera puede demorar ocho horas en cocinarse) y verduras. Recomendamos la ensalada Mineral ($25) que viene con gravlax, papas andinas, cherrys y verdes o el sándwich nórdico ($22, salmón, palta, salsa de limón). El salón es pequeño y luminoso, con una mesa comunitaria que invita a compartir el almuerzo. También hay mesas al aire libre sobre la peatonal Reconquista.
(Reconquista 757 / T. 4313-0099)

6. Café Paulín
Un clásico del microcentro con mucha testosterona: la mayoría de los clientes son hombres y entre la una y las tres lo invaden en horda para acordarse en la barra a esperar su sándwich. Son famosos los de peceto completo o matambre, pero te recomendamos el de pan negro + lever + tomate + pepinos agridulces+ mostaza a $16,50. Las empanadas de calamar también tienen multitud de fans. Los mozos son los más expeditivos de la ciudad y lanzan los platos de punta a punta de la barra de madera oscura y noble que domina el salón: un espectáculo en sí mismo y una garantía de rapidez para cuando tenés poco tiempo. Nunca falla.
(Sarmiento 635 / T. 4325-2280)

7. Le Bar
Pura coquetería. Cortinas rosas, paredes plateadas, sillas tapizadas. Si bien tiene una estética nocturna (y grandes happy hours con DJs), también es una alternativa interesante para almorzar platos de orientación mediterránea mientras suena una música chill-out. Todos los días ofrece tres menús del día, que salen rápido y al pie, pero si estás más tranquilo podes indagar en la carta, autoría del renombrado chef, Fernando Mayoral (de Thymus). Buen quiche de ratatouille con queso de cabra o ensalada de vegetales asados, hojas verdes y pan crocante ($26). El salón, con mayoría de mesas para dos o cuatro personas, se presta para grupos chicos.
(Tucumán 422 / T. 5219-0858)

8. Comer en Compañía
Los que buscan almuerzos sanos y frugales (pero no insulsos) en el microcentro, pueden darse una vuelta por Comer en Compañía. El local es sencillo —podría pasar por una panadería— y tiene pocas mesas, pero es impecable en limpieza y atención. Entre los hits del lugar están la Mousaka (queso, carne y berenjenas a la griega, $22) y las empanadas y tartas con masa integral. La carta es amplia y muchos de los platos (incluidos los postres, manzanas al vapor con yogur y canela, por ejemplo) son aptos para celíacos.
(San Martín 951 / T. 4312-3433)

Fonte: Joy e outro

Comer - Belgrano

BELGRANO

LUCUMMA (ceviches)
Con 11 variedades de ceviche en su carta (van desde el Nikkei, al afrodisíaco, pasando por el mejillones), en este restaurante del bajo Belgrano son especialistas en la materia. Probá el Ceviche Lucumma ($54): una torre de lenguado en leche de tigre y langostinos enteros, que logra un sabor suave y bien equilibrado con el cilantro. Atento a la dulce rodaja de camote, que preparan en una reducción de Fanta –sí, la gaseosa-. Porción abundante, se puede compartir.
(Olazábal 1679, Belgrano / T. 4784-9167)

PARU (ceviches)
En este fashioneta restaurante palermitano de corte Nikkei, que abrió sus puertas en 2009, podés probar media docena de ceviches distintos. Todos elaborados con pescados muy frescos y algún cruce de experiencias culinarias, de los sabores chifas a los clásicos de lima. Inclinate por el Yellow ($58), que sirven con cortes de atún o salmón fresco marinado en ají amarillo peruano, limón y toque especial, que no revelan. El sabor del ají es todo.
(Bonpland 1823 / T. 4778-3307)

LA ESMERALDA (confeitaria)
Inaugurada en 1935, La Esmeralda conserva un estilo clásico, señorial y de buen gusto: vitrinas de madera oscura y un empapelado con arabescos en tonos verdes y grises y detalles dorados. El local tiene un salón para tomar el té con masas y fosforitos. Entre sus recetas más antiguas, está la del postre Gallardo (merengue relleno de crema chantilly con durazno, ananá y frutilla cubierto por frutillas y medallones de chocolate) y la de las masas venecianas con simpáticas caritas de animales de azúcar. Para probar algo salado: los mini strudels de panceta y queso gruyere.
www.confiterialaesmeralda.com/ (Avenida Juramento 2123/25, Belgrano)

RITZ (confeitaria)
La confitería Ritz es el imperio de los sándwiches de miga. El pan es fresco y bien aireado. Los rellenos son multitud: de palmitos, de atún, de salmón, de jamón crudo, de queso, de lechuga, de huevo, de pavita y hasta de durazno, entre otros. Todos se pueden combinar entre sí. Lamentablemente, el toque de distinción del nombre (que remite al hotel parisino famoso por su refinamiento y perfección) no coincide con la ambientación de vitrinas y mesas baratas. Los productos son de buena calidad, aunque la abundancia de detalles decorativos confunde. En cuanto a lo dulce, la torta Mil Hojas asegura una presentación sobria y un sabor delicioso.
http://www.confiteriaritz.com.ar
(Avenida Federico Lacroze 2425, Belgrano)


DOPPIO ZERO
Muchos ricos platos en Doppio Zero, el pequeño restó italiano que recientemente se mudó a la vuelta de su locación original.Maravilloso su ossobuco a la milanese, sus huevos al tartufo y las endivias gratinadas. Pero no podemos obviar sus pastas.

Nos quedamos con los ravioles de rosbif, que es estofado en hierbas durante doce horas. Durante algún tiempo los salteaban en manteca y salvia, pero ahora los sirven en brodo (caldo) de carne y se comen con cuchara. Se le agregan apenas unas pocas hebras de parmesano, y listo. Sabores simples y honestos. De los mejores platos de pasta rellena de la ciudad.
Ravioles de rosbif: 44 pesos.

Akman, socio propietario trabajó en Barcelona entre 2000 y 2003. No Doppio Zero se puede pedir a la carta ou um menu desgustação con la propuesta casi lúdica de Akman. “La gracia está en que la gente se divierte –afirma- porque vos le das de comer en el momento. Cuando llega a Doppio y le preguntás qué le gusta y qué no, enseguida les propongo hacer el menú degustación en el que vas a probar los platos más importantes de la carta”. Si ya lo hiciste una vez, te cambian los platos para que puedas hacer una comida a la italiana, del antipasto a los postres, pero con sabores nuevos.
(Soldado de la Independencia 1238, Belgrano / T. 4899-0162

SUCRE
A casa fica num grande cubo de concreto com pé-direito alto e clima moderninho. Tão contemporâneo quanto o ambiente, o menu tem ingredientes que parecem não combinar – mas só parecem. Pratos como o peixe em crosta de azeitonas e mostarda sobre cama de batata e maçã surpreendem pelo equilíbrio. $$$$
(Calle Sucre, 676, 4782-9082; 12h/16h e 20h/1h; Cc: A, D, M, V)

Fontes: Joy e outro

Passeio:
Linha D do metro, até Juramento
Descer em Olleros e ir a pé até Cabildo
Lojas no trecho entre Monroe e La Pampa.
Siga pela Cabildo até Juramento.
Plaza Manoel Belgrano
Museo de Arte Espanol
Museu Historico sarmiento
Desca ate Arribanos – Chinatown
Barrancas de Belgrano

Vinhos - Malbec

Nem todos os Malbecs são iguais: 6 vinhos de personalidade própria e ótimos preços!
O Malbec é o vinho tinto argentino por excelência, e dentro de sua proposta típica, alguns rótulos destacam-se com uma "personalidade" diferente dos demais. E o melhor: estes tem ótimos preços! Veja onde encontrar e quanto custam no Brasil.

1. MARCUS MALBEC 2008 (No Brasil, chega com o rótulo HUMBERTO CANALE: Grand Cru, R$ 39)
Uma surpresa na prateleira dos vinhos de custo mais acessível. O Malbec da Patagônia tem a seu favor um frutado e um vegetal muito aromáticos, com uma acidez invulgar e refrescante. Você pode argumentar que "esteticamente" é uma distorção do Malbec típico, mas quando você o prova, é impossível imaginá-lo numa mesa de amigos, porque ele é um sério candidato para um interminável churrasco de fim de semana.

2. LOS CARDOS MALBEC 2009 (Grand Cru, R$ 35)
Como é que a Doña Paula pode obter este nível de elegância, fruta e sabor no fim de boca neste vinho, mesmo produzindo grandes quantidades? É um mistério! É um dos Malbecs mais destacados do mercado. Sua força aromática o obriga você a abrir os olhos para perceber o seu perfume e sua suculência. Um vinho fora de série nas prateleiras e que costuma ter ótimos preços nas cartas dos restaurantes.

3. ALTO LAS HORMIGAS 2009 (Mistral, R$ 35)
Este é o tinto que definiu o estilo padrão do Malbec argentino no mercado internacional. Antes dele, os vinhos Malbec queriam ser fáceis e amigáveis. Mas quando o Alto Las Hormigas apareceu, as coisa mudaram. Em 2009, chegou a sua décima colheita, e como diz David Bowie: "não importa o passar dos anos, ele é sempre moderno". Seus destaques ficam nos aromas ricos e típicos, seguido de taninos macios que enchem o palato.

4. NORTON RESERVA 2007 (Winebrands, R$ 58)
Não é à toa que ele foi incluído entre os 100 melhores do mundo pela revista Wine Spectator. A Norton faz um grande esforço para produzi-lo, possibilitando que você receba é uma pérola de cor violeta, frutada e com aroma picante, que oferece ainda um paladar sofisticado, que fez escola: carnoso, com taninos suaves e final frutado, que repercute no fundo da boca por um longo tempo. Um Malbec de referência que a Argentina consegue fazer mais de um milhão de garrafas.

5. RICARDO SANTOS MALBEC 2008 (70 Pesos)
Quando se fala em Malbec de autor e com personalidade é inevitável mencionar Ricardo Santos, um homem de larga experiência no vinho argentino. Seus vinhos são elaborados com uvas provenientes de Lujánde Cuyo, e são macio e leves, mas também complexidade aromática que lembram ameixa e um pouco de pimenta preta, enchendo a boca com aquela rara combinação de "simpatia e boa aparência" dos clássicos. Não ostenta nenhuma modernidade, mas um caráter pacífico e singular para quem se entrega a experimentá-lo.

6. ALTOCEDRO RESERVA 2008 (Magnum, R$ 90)
Este vinho tem um segredo: nas palavras de Karim Mussi, seu enólogo, ele foi fermentado com uma porção de Semillon (uvas brancas), portanto, é especialmente leve, mas ainda um tinto fluido e profundo em sua estrutura. O que eu mais gosto neste Malbec é que ele não é como os outros: oriundo de La Consulta, coloca em si um selo aromático distinto. Apesar do preço ser alto, é um vinho para ter à mão quando você quiser algo diferente em termos de Malbec.

Fonte: Joy

Vinhos Argentinos

Conheça os vencedores regionais da Argentina, do DWWA 2011, premiação anual promovida pela revista inglesa Decanter:

Argentina Malbec over £10:
Sophenia, Synthesis The Blend, Tupungato, Mendoza 2008

Argentina Malbec under £10:
Bodegas Santa Ana, La Mascota Malbec, Cruz de Piedra, Mendoza, Argentina 2009

Argentina Red Single Varietal over £10:
Zuccardi, Emma Zuccardi Bonarda, Santa Rosa, Mendoza, Argentina 2009

Argentina Red Single Varietal under £10:
Argento, Bonarda, Mendoza, Argentina 2010

Argentina Red Bordeaux Varietal over £10:
Bodega Catena Zapata, Catena Appelations Cabernet Franc, El Cepillo, Mendoza 2009

Argentina Red Bordeaux Varietal under £10:
Viñalba, Patagonia Cabernet-Merlot, Argentina 2009

Argentina White Single Varietal under £10:
Etchart, Privado Torrontés, Salta, Argentina 2010

Os 40 melhores vinhos argentinos da safra 2007 até US$20

Relação dos vinhos (por país) da safra 2007 (a de maior disponibilidade no mercado) e de ótima relação preço x qualidade.

* A sequência em cada linha significa: safra, nome do vinho, pontuação, maturidade, preço (US$):

2007 Fabre Montmayou Malbec Gran Reserva 92 Young 19
2007 Flechas de Los Andes Gran Malbec 92 14-30
2007 Renacer Enamore 92 Young 20-32
2007 Tikal Patriota 92 18-23
2007 Alta Vista Malbec Terroir Selection 91 Young 17
2007 BenMarco Malbec 91 20
2007 Bodegas Catena Zapata Malbec 91+ Young 17-25
2007 Vina Cobos Felino Merlot 91 Mature 17
2007 Vina Cobos Felino Cabernet Sauvignon 91 18
2007 Vina Cobos Felino Chardonnay 91 Mature 19
2007 Vina Cobos Malbec El Felino 91 Early 17
2007 Alma Negra Sparkling Chardonnay 90 Mature 18-19
2007 Benegas Malbec Estate 90+ Young 20
2007 Bodega Fin del Mundo Malbec Reserva 90 Early 19
2007 Bodega Goulart Malbec Reserva 90 Early 19
2007 Bodega Monteviejo Lindaflor Chardonnay 90 Mature 20
2007 Bodegas Catena Zapata Cabernet Sauvignon 90 Mature 13-20
2007 Bodegas Catena Zapata Chardonnay 90 Mature 15-30
2007 Calathus Chardonnay 90 Mature 18
2007 Clos de Los Siete 90 Early 13-19
2007 Crios de Susana Balbo Cabernet Sauvignon 90 Mature 12-16
2007 Crios de Susana Balbo Malbec 90 15
2007 Crios de Susana Balbo Syrah 50% Bonarda 50% 90 Mature 12-16
2007 Crios de Susana Balbo Torrontes 90 Old 15
2007 Dona Paula Sauvignon Blanc 90 16
2007 Dona Paula Malbec Estate 90 Early 18
2007 Familia Schroeder Malbec 90 19
2007 Familia Zuccardi Malbec Q 90 20
2007 Finca Sophenia Malbec Reserve 90 Early 18
2007 Francois Lurton Gran Lurton Corte Friulano 90 Old 18
2007 Francois Lurton Pasitea 90 Mature 18
2007 Luigi Bosca Cabernet Sauvignon Reserva 90+ Early 18
2007 Luigi Bosca Pinot Noir 90 Mature 20
2007 Luigi Bosca Syrah Reserva 90 Young 17
2007 Malbec de Angeles Malbec Single Vineyard 90 Early 17
2007 Michel Torino Torrontes Don David 90 Old 18
2007 Naos Malbec Reserve 90 18
2007 Nieto Senetiner Chardonnay Viognier 90 Mature 15
2007 Verum Chardonnay 90 Mature 20
2007 Vina Alicia Cabernet Sauvignon Paso de Piedra 90 17

O site Wine of Argentina divulgou uma lista dos Melhores vinhos argentinos pela Wine Spectator:

Bodega Monteviejo Lindaflor 2008, Uco Valley, Mendoza, 100% Chardonnay

Bodega Colomé 2008, Calchaquí Valley, Salta, 100% Torrontés

Bodega Noemia A Lisa 2008, Rio Negro, Patagonia 90%Malbec 10%Merlot

Urban, Malbec 2007, Uco Valley, Mendoza 100% Malbec

Valentin Bianchi, Particular Malbec 2007, San Rafael, Mendoza 100% Malbec

Alta Vista Atemporal Blend 2007, Mendoza 43% Malbec, 36% Cab Sav e 11% Syrah

Renacer Enamore 2007, Mendoza, 60% Malbec, 23%Cab Franc, 10% Cab Sav, 4% Syrah, 3% Bonarda

Vinhos recomendados - Joy 2011

1. Callia Reserve Torrontés 2010 ($27)
Es el primer Torrontés que Callia pone en el mercado. Moderno de cabo a rabo, desde el vamos es un blanco que está un paso más allá de la media en su precio, con una rara y rica combinación de aromática floral y boca voluminosa, elegantemente compensada con un paso fresco y lleno de vitalidad. Bien frío, es un bálsamo delicioso para empezar una cena con un tapeo y seguir hacia los principales sin otra escala que la segunda botella.

2. Amalaya Tinto 2009 ($52)
Este vino es un viejo conocido de los que compran relación precio-calidad. En base a esa ecuación se ganó su lugar en el mercado, primero de la mano de Bodega Colomé, y ahora con su propia bodega, Amalaya, también nucleada en la Hess Family Wines. Ubicada en Cafayate, el cambio de sede no cambia el espíritu del vino. Más allá de un nuevo y fresco restyling de la marca, el tinto sigue siendo fragante, con un trazo espaciado y una rica acidez que le da vida al paladar.

3. Altos Las Hormigas Valle de Uco 2009 ($98)
Si hasta ahora Altos Las Hormigas desarrollaba blends zonales para sus vinos varietales –es decir, combinando Malbecs de distintas regiones- ahora lanza su “Proyecto Terruño”, que busca elaborar Malbecs discriminados por origen. El que más nos gustó es este, que presenta fruta roja y potencia aromática, combinada con esa sensación abierta los vinos del Valle de Uco. En boca, es un tinto como los que hace su enólogo Alberto Antonini: elegante y profundo, con taninos moderados y jugosos.

4. Fin Malbec 2008 ($100)
Los Single Vineyard son una tendencia importante dentro de los vinos nacionales. Por un lado, marcan una apuesta seria por el terruño, y por otro, una voluntad de las bodegas por valorizar sus viñedos, precisamente en un momento en que el origen de los vinos comienza a perfilarse como una alternativa al varietalismo dominante. Bodega del Fin del Mundo presentó su línea Fin Malbec en 2009 y esta añada es impetuosa, expresiva y contundente. Si te gustan los vinos high impact, te sorprenderá.

5. Finca La Papay Pinot Noir 2010 ($35)
El Pinot Noir se embarca hacia una nueva era en la Argentina. Si hasta ahora tenía ejemplares erráticos, las nuevas selecciones clonales que entran en producción perfilan un nuevo modelo de vino, del que Finca La Papay es un ejemplo perfecto: el color está apenas subido respecto a lo que uno espera de un Pinot, pero su perfume es impactante, exótico, con frutas y raras notas herbales; al paladar es blando, armonioso e intenso. Una ecuación que dará que hablar.

6. Dante Robino Syrah 2009 ($40)
Es el primer varietal Syrah que la bodega pone a la venta en la línea Dante Robino. Fue elaborado con uvas de Santa Rosa, en el este de Mendoza, una región cálida de la provincia ideal para este varietal, parecida a San Juan. De ahí que siga los pasos de los Syrah sanjuaninos: color sostenido, profundidad de perfume –siempre en la gama frutal-, y un paladar suave y voluminoso. Conviene airearlo bien al principio para que demuestre todo lo que tiene para dar.

7. Atilio Avena Malbec Reserva Roble 2008 ($55)
Esta bodega es legendaria para los que buscan relación calidad precio. Supo conquistarlos con su recordado Malbec Roble 1996 y ahora tienta a ascender en calidad y precio, con esta nueva línea de Reserva Roble. El Malbec es un rico ejemplar, con una aromática compleja y frutal, en donde la madera es evidente y el paso voluminoso gana en contaste con su buena acidez. Sabrá acompañar a quien busque una buena etiqueta alternativa.

8. Artezin Zinfandel ($150)
En el mercado local se ven cada vez más vinos importados. Es que los precios de algunas etiquetas de alta gama nacional hacen que sea tentador beber vinos de afuera y darse un gusto. Es el caso de este vino típicamente californiano, que la Hess Family Wines importa directamente de su bodega en Napa Valley. Zinfandel es una variedad croata, da un vino exótico –intenso y suave al mismo tiempo- y en nuestro país no hay nada parecido: rico y raro.

Conheça os vinhos argentinos que receberam medalhas de ouro na tradicional competição anual promovida pela revista inglesa Decanter:

Altos Las Hormigas Mendoza Malbec 2010
Luján De Cuyo, Mendoza, Argentina

Bodega Amalaya Ascencion Reserva Malbec 2009
Cafayate, Salta, Argentina

Bodega Amalaya Esperanza Por un Mi (agro) Ca (chaqui) 2010
Salta, Argentina

Catena Zapata Cabernet Sauvignon 2009
Agrelo, Mendoza, Argentina

Domaine Jean Bousquet Malbec 2010
Tupungato, Mendoza, Argentina

Dominio del Plata Zohar Malbec 2010
Mendoza, Argentina

Dominio del Plata Zohar Tannat 2009
Mendoza, Argentina

Finca Flichman Paisaje de Tupungato 2008
Mendoza, Argentina

Navarro Correas Structura Ultra 2007
Mendoza, Argentina

Pascual Toso Reserve Malbec 2008
Maipú, Mendoza, Argentina

Rj Vinedos Joffré E Hijas Premium Malbec 2007
Uco Valley, Mendoza, Argentina

Santa Ana La Mascota Cabernet Sauvingon 2009
Cruz De Piedra, Mendoza, Argentina

Santa Julia Reserva Cabernet Sauvignon 2010
Mendoza, Argentina

Terrazas de los Andes Reserva Malbec 2008
Mendoza, Argentina

Viña Cobos Bramare Cabernet Sauvignon 2009
Luján De Cuyo, Mendoza, Argentina

Viña Cobos Felino Cabernet Sauvignon 2009
Luján De Cuyo, Mendoza, Argentina

Zorzal Climax The Blend 2008
Tupungato, Mendoza, Argentina

Zuccardi Alambrado Bonarda 2010
Mendoza, Argentina

Fonte: http://vinhosemaisvinhos.blogspot.com


Lista:


Vinhos Argentinos

CHARDONNAY Y TORRONTES
ALAMBRADO CHARDONNAY ($47)
ALAMOS SELECCION DE VIÑEDOS CHARDONNAY ($40)
Alma Negra Sparkling Chardonnay 90 Mature 18-19
Calathus Chardonnay 90 Mature 18
Callia Reserve Torrontés 2010 ($27) - blanco
Catena Zapata Chardonnay 90 Mature 15-30
Colomé 2008, Calchaquí Valley, Salta, 100% Torrontés
COSECHA TARDIA DE NORTON – Chardonnay – 20 pesos
Críos de Susana B Torrontés (2010, $60). Dominio del Plata
FAMIGLIA BIANCHI CHARDONNAY 2010 ($60)
Kaiken Cabernet Sauvignon 2008 ($45)
La Mascota Cabernet Sauvignon 2009 ($80).
LATITUD 33 CHARDONNAY ($22,50)
Monteviejo Lindaflor 2008, Uco Valley, Mendoza, 100% Chardonnay
Monteviejo Lindaflor Chardonnay 90 Mature 20
SALENTEIN CHARDONNAY 2010 ($60)
Torrontés Riojano (2010, $60) Giménez Riili
Verum Chardonnay 90 Mature 20
XUMEK CHARDONNAY 2010 ($40)


TINTOS
Altocedro Tempranillo (2010, $42)
Amalaya Tinto 2009 ($52)
Argento, Bonarda, Mendoza, Argentina 2010 Varietal Red
Benmarco Cabernet Sauvignon 2008 ($100). Dominio del Plata
Bodega Catena Zapata, Catena Appelations Cabernet Franc, El Cepillo,
Cabernet Franc Reserva Lamadrid (2007, $66).
Cabernet Sauvignon Latente Reserva
Carmelo Patti Cabernet Sauvignon 2003 ($98)
Catena Zapata Cabernet Sauvignon 2009
Catena Zapata Cabernet Sauvignon 90 Mature 13-20
Crios de Susana Balbo Cabernet Sauvignon 90 Mature 12-16
Luigi Bosca Cabernet Sauvignon Reserva 90+ Early 18
Luigi Bosca Pinot Noir 90 Mature 20
Luigi Bosca Syrah Reserva 90 Young 17
Perpetuum Merlot 2008 ($78). Giménez Riili
Pinot Noir de Patagonia (2008, $76).
Santa Ana La Mascota Cabernet Sauvingon 2009
Santa Julia Reserva Cabernet Sauvignon 2010
Saurus Pinot Noir 2009 ($45)
Tempranillo Alba (2009, $62)
Vina Alicia Cabernet Sauvignon Paso de Piedra 90 17
Viña Cobos Bramare Cabernet Sauvignon 2009
Viña Cobos Felino Cabernet Sauvignon 2009
Vina Cobos Felino Cabernet Sauvignon 91 18
Vina Cobos Felino Merlot 91 Mature 17

MALBEC
Alta Vista Atemporal Blend 2007, Mendoza 43% Malbec,
Alta Vista Malbec Terroir Selection 91 Young 17 2007
Altocedro Malbec Año Cero 2010 ($42)
ALTOCEDRO RESERVA 2008 (Magnum, R$ 90) (2008, $75)
ALTOs LAS HORMIGAS 2009 (Mistral, R$ 35) Malbec
Altos Las Hormigas Mendoza Malbec 2010 Luján De Cuyo
Altos Las Hormigas Valle de Uco 2009 ($98) Malbec
Amalaya Ascencion Reserva Malbec 2009
Amalaya Esperanza Por un Mi (agro) Ca (chaqui) 2010
Atilio Avena Malbec Reserva Roble 2008 ($55)
Benegas Malbec Estate 90+ Young 20
BenMarco Malbec 91 20
Callia Reserve Malbec 2008 ($25)
Catena Zapata Malbec 91+ Young 17-25
Clos de Los Siete 90 Early 13-19
Crios de Susana Balbo Malbec 90 15
Crios de Susana Balbo Syrah 50% Bonarda 50% 90 Mature 12-16
Crios de Susana Balbo Torrontes 90 Old 15
Dante Robino Bonarda 2008 ($37)
Domaine Jean Bousquet Malbec 2010
Domingo Molina Cabernet Sauvignon 2006 ($98)
Dominio del Plata Zohar Malbec 2010
Dominio del Plata Zohar Tannat 2009
Dona Paula Malbec Estate 90 Early 18
Fabre Montmayou Malbec Gran Reserva 92 Young 19 2007
Familia Schroeder Malbec 90 19
Familia Zuccardi Malbec Q 90 20
Fin del Mundo Malbec Reserva 2007 ($50)
Fin del Mundo Malbec Reserva 90 Early 19
Fin Malbec 2008 ($100) - Los Single Vineyard
Finca Flichman Paisaje de Tupungato 2008
FINCA LA LINDA
Finca La Papay Pinot Noir 2010 ($35)
Finca Sophenia Malbec Reserve 90 Early 18
Flechas de Los Andes Gran Malbec 92 14-30 2007
Francois Lurton Gran Lurton Corte Friulano 90 Old 18
Francois Lurton Pasitea 90 Mature 18
Gala 4 2008, by Luigi Bosca ($160)
Goulart Malbec Reserva 90 Early 19
Lamadrid Malbec 2009 ($46).
Lamadrid Malbec Gran Reserva (2005, $110)
Latente Malbec 2009 ($24).
LOS CARDOS MALBEC 2009 (Grand Cru, R$ 35)
Lunta Malbec 2008 ($78)
MALAMADO – Oporto - 85 pesos.
Malbec de Angeles Malbec Single Vineyard 90 Early 17
Malbec Reserva (2007, $252). Giménez Riili
Manos Negras Malbec 2006 ($76).
MARCUS MALBEC 2008, R$ 39)
Michel Torino Torrontes Don David 90 Old 18
Naos Malbec Reserve 90 18
Navarro Correas Structura Ultra 2007
NEW AGE - New Age cuesta 17 pesos.
NIETO SENETINER BONARDA EDICION LIMITADA 2007 ($165)
Nieto Senetiner Chardonnay Viognier 90 Mature 15
Noemia A Lisa 2008, Rio Negro, Patagonia 90%Malbec 10%Merlot
NORTON RESERVA 2007 (Winebrands, R$ 58) Malbec
Pascual Toso Reserve Malbec 2008
Perdriel Caramañola ($36)
Renacer Enamore 2007, Mendoza, 60% Malbec 92 Young 20-32
RICARDO SANTOS MALBEC 2008 (70 Pesos)
Rj Vinedos Joffré E Hijas Premium Malbec 2007
Santa Ana, La Mascota Malbec, Mendoza, 2009
Septima – Gran Reserva (Blended)
Sophenia, Synthesis The Blend, Tupungato, Mendoza 2008  Malbec
Tempus Alba Malbec 2009 ($62).
Terrazas de los Andes Reserva Malbec 2008
Tikal Patriota 92 18-23 2007
Trez Malbec 2007 ($120).
Urban, Malbec 2007, Uco Valley, Mendoza 100% Malbec
Valentin Bianchi, Particular Malbec 2007, San Rafael, Mendoza 100% Malbec
Vina Cobos Malbec El Felino 91 Early 17
Viñalba, Patagonia Cabernet-Merlot, 2009 Red Bordeaux Varietal under £10
Zorzal Climax The Blend 2008
Zuccardi Alambrado Bonarda 2010
Zuccardi, Emma Zuccardi Bonarda, Santa Rosa, Mendoza 2009